jueves, 28 de diciembre de 2017

La lengua se aleja a veces de la vida, y eso facilita muchas paradojas

La vida y la gramática se parecen pero no son lo mismo. 
Por ejemplo, una cebra mantiene su género femenino aunque se trate de un macho. Lo mismo sucede con una ballena, una ardilla o una jirafa. En cambio, el topo puede ser una hembra, igual que un moscón o un ratón.

elpais.com

No hay comentarios: