El teléfono móvil, las aulas ... y la Generalitat.

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Cada vez somos más los que defendemos que no tiene sentido prohibir en los centros educativos unos dispositivos como los teléfonos móviles que forman parte de la vida cotidiana. Además, teniendo en cuenta los enormes problemas que tenemos todavía con las wifis en los centros, poder usarlos como herramientas para consultar información, para contrastar hipótesis o para buscar aplicaciones útiles a las materias que se están impartiendo en clase resulta cada vez más complicado rebatir.

Esta semana hemos aumentado el grupo. La "consellera de Enseñament de la Generalitat", Irene Rigau, ha anunciado que su departamento potenciará el uso del teléfono móvil como instrumento pedagógico en las escuelas catalanas y ha hecho suyo el documento del "Consell Escolar de Catalunya" que se posiciona en contra de prohibir la entrada de estos dispositivos en las aulas.

Se pretende potenciar el uso del móvil como instrumento pedagógico y dar las pautas educativas que favorezcan el trabajo del alumno, la potencialidad del instrumento y para dejar de utilizarlo cuando no toca

Parece lógico pensar que, en la medida que se va preparando al alumnado en la competencia digital, los centros puedan introducir las estrategias pedagógicas que permitan el uso sensato del móvil, a la vez que si no es para el trabajo educativo, su sitio siga estando en el bolsillo y "en modo avión".