viernes, 7 de septiembre de 2012

Evidentemente, la Constitución y los privilegios de la Iglesia son incompatibles

El Obispado de Almería ha comunicado a la profesora de religión Resurrección Galera, despedida en 2002 por casarse con un hombre divorciado, «que no va a ser llamada» para impartir clases este curso. La sentencia del Constitucional que declaraba nulo su despido exigía su readmisión.

Pero ... ¿A qué jugamos? ¿Le dejamos infiltrar personal de su agrado, "elegidos a dedo" por su curriculum "católico" a los obispos de la Iglesia Católica en los centros públicos ... o no?

Si es que no, luchemos contra el denominado "Concordato" entre el estado del Vaticano y España. Y si no, a tragar. Y los que tragan, por favor, que no se quejen. Ser católico y divorciarse, para la Iglesia Católica es incompatible. (A no ser que seas princesa o así). 

Lo que queda claro es que la Constitución y los privilegios de la Iglesia son incompatibles.

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