viernes, 13 de mayo de 2011

No a las armas en las aulas


Una situación posible. Un profesor comunica a su alumno que ha suspendido la asignatura. El alumno mete la mano en el bolsillo y pregunta. ¿Seguro que es su última decisión? ¿Está seguro? El profesor nota un sudor frio. Estamos en Texas.

El Senado estatal votó en Texas a favor de permitir que quienes posean licencias para portar de manera oculta armas de fuego puedan hacerlo en las aulas universitarias, algo hasta ahora prohibido por ley.

La votación da un fuerte empuje a la legislación, que permaneció estancada tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes a pesar de que es apoyada mayoritariamente por los republicanos, que dominan la legislatura.
Si tienes un arma en el bolsillo, el aumento del número de posibilidades de que en un momento de bajón, por un suspenso o un desamor, te acuerdes de que la tienes y la utilices es claramente significativa y la posibilidad de que en un momento de enfado intentes agujerear al profesor que te ha suspendido aumenta significativamente. Los defensores de la medida se defienden  asegurando que la medida garantiza la seguridad personal. Habría que recordarles que llegados a la situación límite, el mero hecho de tenerla no te garantiza la seguridad. La rapidez es un factor determinante y, para jugar a Jonh Waine, con las pelis tenemos bastante.  

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