viernes, 17 de julio de 2009

Si hay que ofertar religión por decreto, vale. Otra cosa es que haya que ofertar "alternativa".

Los obispos vascos también van a pasar por el despacho de la consejera de Educación, Isabel Celaá, al igual que lo han hecho todos los agentes del mundo educativo a petición de la propia consejera. Pero en este caso han sido los prelados de las diócesis vascas quienes han dado el primer paso y pidieron a la titular de la cartera de Educación la entrevista. Varias son las cuestiones que preocupan a los obispos, pero la principal es el tratamiento que se da a la asignatura de religión en los institutos. Por lo tanto, este será uno de los temas centrales del contacto, previsto para mañana viernes en la sede del Gobierno vasco.

Se quejan de que los estudiantes de 17 y 18 años que reciben formación católica tienen una hora o dos más de clase a la semana que el resto de sus compañeros. Siempre con la misma historia. Quieren influir en los suyos y en los que no lo son.

No se conforman con incluir la religión como asignatura. Exigen que quienes no la cojan se vean obligados a cursar una asignatura alternativa a su religión. Las escuelas ofertan la religión, tal y como obliga la ley, no les queda mas remedio, al menos, de momento. Pero si piden que ponga ética como alternativa la actual consejera anuncia que no lo va a hacer. ¡Bien! Va a respetar lo que hicieron sus predecesores, y si la justicia falla a favor de la Iglesia, lo aceptará. Solo cabe esperar que los obispos católicos hagan lo mismo.

(Recogido parcialmente de EL PAIS)

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